domingo, 10 de abril de 2022

Capitulo 18

 pov: Brian


Clara me tenía absolutamente loco. Estaba en esa fase del enamoramiento en el que toda nuestra parte animal florece y lo único que quería es estar con ella entre mis brazos y no parar de hacernos el amor. Aunque en la distancia, la tenía justo en frente. Me moría de ganas de ser yo el que estuviese con ella cenando de esa manera, de poder hacer cosas románticas, de no ocultar una vida juntos, de que todo el mundo supiese que éramos pareja.

Clara sabía que estaba más tiempo mirándola a ella que prestando atención a "mi cita" y se dedicaba a provocarme descruzando y cruzando las piernas mientras me miraba fijamente cada vez que Alexandre estaba distraído. 

- Pues tenía Lillian razón - dijo mi cita- eres muy guapo - Lillian era la novia de Troy. Esta vez realmente parecía que estaban hechos el uno para el otro. No paraban de mirarse y sonreirse. Ojalá pudiese estar yo así con Clara.

- Gracias - sonreí. No sabía ni cómo se llamaba y, lo peor, es que había dicho el nombre y yo le había dado dos besos diciendo estar encantado cuando en realidad estaba mirando a Clara. - Troy no se ha quedado atrás hablando bien de ti - le dije

- Le interesa mucho el deporte -comentó Lillian - y le he comentado que los dos jugáis en el equipo del instituto

- ¿de verdad te gusta? - dije algo sorprendido. Normalmente las chicas con las que quedaba no mostraban ningún tipo de interés más allá. Buscaban el tener algo con alguien mayor que ellas, del equipo de fútbol.. en definitiva, alguien popular. Por eso Clara me volvía tan loco, porque era la primera chica que no se fijaba en eso, 

- Sí, de hecho estuve interesada en entrar en algún equipo de deporte femenino, pero realmente lo descarté por todo eso rollo de volverse automáticamente popular - eso si me había sorprendido. Era justo lo contrario a todas las chicas que Troy me solía presentar. Miré a Clara, realmente disimulaba muy bien cuando se lo proponía, parecía totalmente encantada de estar con ese chico y, a decir verdad, tenía que reconocer que a Alexandre se le daba bien conquistar a las chicas. Vi que Clara se levantaba, le sonreía a Alexandre y se dirigía al baño. Alexandre no le quitaba ojo de encima, pero es que cómo no iba a mirarla si de verdad podía decirse que era como una diosa.

- si me disculpais, voy al baño mientras decidís que pedís -dije levantándome. Pude escuchar como Lillian preguntaba si estaba nervioso, que esta vez me veía distinto y como su amiga se hacía ilusiones sobre la impresión que me había causado. Llegue a donde estaban los baños y asegurándome de que nadie me veía  entré en el baño de mujeres. Clara se estaba lavando las manos, al verme sonrió y señaló que había alguien dentro de uno de los inodoros. Sonreí atrayéndola hacia mí y entrando en otro de ellos, ella llevó sus manos.a mi cuello acariciándolo.


Pov: Clara 

Tenía que reconocer que estaba un poco celosa viendo a Brian con otra, pero imaginaba que él también lo estaría viendo cómo me miraba Alexandre, y ver que nada más levantarme al baño había acudido a mi me hacía sentirme con un poder que me excitaba bastante.

- me tienes loco- me susurró en el oído tan bajito que juraría que si no fuese sobre natural no lo habría oido. Yo pasaba mis dedos por su cuello, pero llevé uno de mis dedos a su boca para que estuviese en silencio mientras la mujer que estaba en otro de los inodoros se iba. El sonrió y me besó el dedo de una manera muy provocadora. Con las manos que me sujetaba empezó a acariciarme los muslos. De verdad hacía que se me saliese el corazón del pecho. Sonrió aun más provocadoramente y acercó su boca a mi oído. Sabía perfectamente que eso era provocarme, que susurrarme al oido hacía que se me erizase toda la piel. - no sé cuanto voy a aguantar...- sus manos recorrían muy lentamente mis muslos, aunque jugaba a no sobrepasar mi corto vestido. Se me estaba erizando toda la piel. Mis pechos estaban turgentes y mis pezones se endurecían cada segundo que pasaba. Pude escuchar cómo la otra señora salía y nos quedábamos a solas. Una de las manos de Brian empezó a subir por mi cuerpo, por encima del vestido. Yo tenía los ojos cerrados canalizando todo lo que me hacía sentir

- ¿y qué ocurre si no aguantas? - instintivamente busqué sus labios, pero él no me dejo probarlos

- que te haré el amor tantas veces como pueda -esta vez susurró muy cerca de mis labios - te prometo que hoy - decía mientras me acariciaba todo el cuerpo. Me tenía tan excitada que estaba deseando que me hiciese suya- voy a hacer que disfrutes tanto que no vas a querer que me separe de ti nunca - me dijo.

- eso ya lo has conseguido -dije casi jadeante. De verdad deseaba con todas mis fuerzas que ahora mismo Brian continuase a más

- pero después de hoy -ahora rozó nuestros labios y aproximó su mano a uno de mis pechos, pero sin llegar a tocarlo - no vas a querer que salga de tu habitación. Mordió suavemente mi labio y después me soltó mientras salía. Abrí los ojos y lo miré fijamente. Apostaba a que él estaba tan excitado como yo por la forma en la que me miraba, pero no fui capaz de decirle nada porque todos mis deseos estaban ahora mismo en acostarme con él - Aún no han llegado los primeros - dijo ya en un tono un poco más alto - pero te aseguro que antes del postre ya te habré hecho desear estar a solas conmigo todo el tiempo- después de eso salió del baño. No sé que tenía pensado, pero de verdad me tenía deseosa de volver a ese baño con él. Me miré al espejo. Con ese vestido tan ajustado realmente se me notaba bastante la excitación porque se marcaban todos mis pezones. Mojé mis manos y me las llevé a la nuca, tendría que conseguir relajarme antes de salir y que Alexandre me viese así. Respiré profundo. La cena sí que iba a ser prometedora.


Pov: Brian

Volví a la mesa. Los tres se giraron a mirarme y pensé si realmente habría pasado mucho tiempo, ya que a mí se me había hecho muy corto y me hubiese quedado allí durante dos siglos más.

- ¿Estás bien? - dijo mi cita - parece que tardabas 

- eh, si, claro. Había gente dentro - dije mientras le daba un trago a mi cerveza. Esta vez fueron las chicas las que decidieron ir al baño. Troy me miró

- ¿qué te pasa? tú nunca estás así - me dijo

- no sé, me siento raro - le dije. Cómo le decía que estaba perdidamente enamorado de su hermana

- ¿pero en qué sentido? ¿te ha impresionado Lucy? - supuse que ese era el nombre de mi cita

- eh, bueno, no es eso - no sabía ni por dónde salir- me refiero, es guapa, eso sin duda y, sobre todo,  no es como las demás ¿sabes? no busca esa popularidad absurda

- te dije que te iba a encantar, seguro que te flipa - dijo él sonriendo - te lo dije antes, a lo mejor te enamoras, es alguien con objetivos, con ideas claras - la voz de Troy describiendo a esa chica hacía que yo sólo pensase en que estaba describiendo a Clara

- sólo conozco a una chica así - le dije. me miró algo confundido

-¿a quién conoces así?  - me dijo - no sé, yo creo que esta chica es perfecta para ti, pero perfecta como algo más, no sólo de pasar un rato con ella esta noche 

- tu hermana es así - le dije -  no busca popularidad, tiene la ideas claras.. parece de ideales fijos...

- tio, es mi hermana - dijo él- me refiero.. es maravillosa y tiene todo eso que dices..- se quedó pensativo - incluso antes era aún más perfecta, no sé que le pasaría con ese tal Thomas para que ahora este así-  la señaló con la cabeza, reía con su cita. Era perfecta, en todos los sentidos. 

- quizás ese Thomas le hizo algo grave - dije yo

- lo mataré si me entero - me contestó - aunque realmente me gustaría que Clara asentase un poco la cabeza y volviese a ser la de antes, realmente siempre ha sido increíble y enamorada es una de las mejores mujeres que conozco, pero estamos hablando de alguien con asentarte tú - al escuchar que decía eso de claro, automáticamente contesté

- ya te digo..

-¿qué? - respondió él

- que tienes razón, hablamos de asentarme yo- dije mirándole

-¿entonces? ¿crees que Lucy podría ser la indicada? - me sorprendía que estuviese buscando a alguien como su hermana para decir que era la indicada para mí y no fuese consciente de que su propia hermana era la indicada para mí

- bueno, tendré que conocerla más allá de una cena - dije yo, intentando evitar el tema de hablar de chicas perfectas

- y deberás agradecerme que hoy no puedas ir más allá con ella -dijo Troy con suficiencia - debes vigilar a Clara y así verás que el amor a veces va despacio y no tiene que ser todo la primera noche - yo me reí.

- nunca he tenido amor para ir despacio - le dije, ya que no había tenia ninguna pareja estable antes de Clara- así que no me des lecciones, señorito enamorado.

Pov: Clara 

La cena con Alexandre transcurría sin incidentes, en verdad era un chico divertido. Si no fuese porque mis ojos estaban en Brian y en las ganas que tenía de volver a estar a solas con él, estoy segura de que Alexandre habría sido una buena compañía, con la que repetir de hecho.  

-  así que... ¿diosa Black no? - dije para ponerle nervioso

-¿qué? - rió nervioso y sonreí

- me dijiste que no me llamaban por mi nombre - le miré- bueno.. ha llegado a mis oidos que algunos me decís diosa Black

- bueno..- notaba que estaba algo nervioso- sí, es cierto. Pero ahora soy un chico aventajado ¿no? - sonrió- ahora sé el nombre de la diosa y puedo hablar con ella 

- oh venga - sonreí - no soy inalcanzable y sólo os fijáis en mi por ser la hermana pequeña de mi hermano - yo estaba hablando totalmente en serio, yo no era para tanto

- bueno - él rió- no sabes cuántas ampollas estoy levantando ahora mismo sólo por estar cenando contigo - sonrió- además, eres bellísima - de reojo vi cómo Brian se levantaba al baño. No sé que clase de excusa estaba poniendo, pero jugaba con la ventaja de que tanto mi hermano como su novia estaban de espaldas y al no verme, no sospecharían - además este rollo tuyo - me dijo - de niña buena a atractiva que has pegado desde que no sales con ese chico, no sé.. llama bastante la atención- yo sonreí

- a veces están muy bien las metamorfosis - dije sonriendo-  voy al baño un segundo -dije - tanta bebida.. - sonreí y me dirigí lo más rápido que podía al baño. Esta vez Brian esperaba prácticamente en la puerta, me cogió la mano y entramos en el baño de hombres 

- ¿te lo estás pasando bien? - me dijo abrazándome 

- me estoy divirtiendo - sonreí. El caminó conmigo hacia uno de los retretes, realmente era buena idea que si entraba alguien no nos sorprendiese allí

- yo quiero divertirme contigo - me dijo el apoyándome contra la pared - y lo peor es que sé cómo hacerlo y no puedo...- sonrió rozando sus labios por todo mi cuello

- pareces divertido con tu cita - le dije, estirando mi cuello y dejándole hacer. Mis manos emperazon a acariciar su torso

- estoy divertido -dijo el rozando nuestros labios- porque no paro de pensar en todo lo que voy a hacerte - sonrió mientras una de sus manos acariciaba la parte interior de mis muslos. No podía más con esta excitación que Brian no estaba saciando y decidí besarle. Él siguió mi beso y siguió con su caricia hasta mi ingle. Seguro que debía notar mi excitación, porque mi cuerpo debía desprender muchísimo calor.

- no sé a que estás esperando -dije cuando dejé de besarle, y una de mis manos fue hacia su pantalón. Le acaricié por encima de él y pude notar su erección. Sonreí. Me parecía justo que no  fuese la única que tenía que disimular sus pezones excitados

- quiero que me supliques que te haga el amor -dijo él. La mano que no tenía en mi muslo subió de nuevo hasta mi pecho, rodeándolo sin tocarlo - quiero saber que me deseas- rozó dos de sus dedos por mis intimidad, yo suspiré- quiero hacerte tener tantos orgasmos como tu cuerpo te permita - de verdad me tenía a mil, con una de mis manos hice que la suya apretase mi pecho, y con mi otra mano apreté su entrepierna con deseo. Él sonrió. Empezó a acariciar mi húmedo intimidad, aunque sin rozar aún mi clítoris o mi vagina. Masajeaba mi pecho y sonreía

- ¿y qué ocurre si te lo suplico ahora? - contesté mientras deslizaba mi mano por dentro de su ropa y podía acariciar su erecto miembro.

- que acabarás el juego muy pronto- esta vez rozó levemente mi clítoris- no me parece justo que te vistas así porque sólo me entran ganas de arrancarte la ropa - sonrió tirando de la parte superior de mi vestido, dejando libre uno de mis pechos. Acarició mi pezón, jugaba con él, lo tocaba. Un leve gemido salió de mis labios

- Brian... -susurré - estoy tan excitada...

- no voy a dejar que salgas de este baño sin que tengas un orgasmo - me dijo. Con su pulgar empezó a acariciar mi clítoris, dibujando círculos. Estaba tan mojada, sus manos debería estar chorreando

-¿y cómo piensas conseguir eso? - me tenía tan desbordada que decidí acariciar su miembro.  De arriba a abajo, sueva, una y otra vez. Notaba cómo tensaba músculos, señal de que le estaba encantando

- ¿no me crees capaz?- sin dejar de acariciar mi clítoris con su pulgar introdujo levemente dos de sus dedos en mi vagina. Gemí un poco más alto pero el me besó para ahogar mi gemido. Después bajó su boca a mi pecho, donde mordió suavemente mientras aceleraba el ritmo de su mano. Había estado provocándome tanto que si seguía así no tardaría en tener un orgasmo, y él lo sabía. Me estaba provocando tal sensación que perdí el ritmo de mis caricias en él y sólo hice agarrar su erección dando un suave apretón. Ví que el casi gruñe, señal de que estaba excitadísimo.

- no voy a poder aguantar más - dije al borde del orgasmo, de verdad sentía un calor dentro que iba a explotar

- no quiero que aguantes - dijo él en mi boca - quiero que te corras en mi mano, quiero que tengas que aguantar los gemidos para que nadie de este restaurante lo sepa - sentí que ya no podía hacer otra cosa más que dejarme llevar porque había perdido todo el control en mí. llevé mis manos a sus hombros y clavé levemente las uñas en su espalda cuando sentía que el orgasmo me invadía. Abrí la boca por el placer aunque me contuve el gemido y tuve un orgasmo impresionante. Brian sonrió, me besó y se fue a lavar las manos. Sonreí aún excitada, me limpié con el papel que había allí y coloqué mi vestido

- esto tendrá una revancha -dije yo, el sonrió y antes de salir del baño me abrazo tocando mi culo.

- te queda el postre - dijo él- y nunca se puede acabar una cena sin postre- y justo después salió.  De verdad me tenía loca. Estaba deseando pasar toda la noche con él en casa, sin tener que esconderme, sin tener que tener cuidado. Sólo él y yo para no tener que separar mi cuerpo del suyo.


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